El profesional del futuro en la era de la IA
El profesional del futuro en la era de la IA
Francisco Mojica Sastoque (Colombia)
Estudios
Es Doctor en “Ciencias Humanas” de la Universidad de París V “René Descartes” (Sorbona); Magíster en Ciencias de la Educación de esta misma universidad; Licenciado en Letras de la Universidad de Franche – Compté (Besançon) Francia y discípulo del profesor Michel Godet.
Experiencia
Es profesor visitante de numerosas universidades latinoamericanas. Presidente de la Red Colombiana de Prospectiva. Recibió de manos del primer ministro de Francia la medalla de las “palmas académicas” en el grado de “Caballero”. Fue creador y director del “Centro de pensamiento estratégico y prospectiva”, que ofrece una maestría en este tema y del “doctorado en administración” de la universidad externado de Colombia (Bogotá) dirige los estudios prospectivos “Externado 2032” y “Cartagena 2040”actualmente, es titular de la “cátedra UNESCO en estudios de futuro para el desarrollo y la competitividad” en la Universidad Externado de Colombia. Pertenece al grupo de “la prospectiva” del profesor Michel Godet. Ha realizado numerosos estudios de futuro de índole empresarial, territorial, sectorial y tecnológica tanto en Colombia como en América Latina. Es corresponsal de “Futuribles Internacional” de París, miembro de la “World Future Society”, de la “World Future Studies Federation”, director del “Nodo Colombia” del “Millennium Project”, miembro cofundador de RIBER (“Red Iberoamericana de Prospectiva”) y Presidente de la “Red Colombiana de Prospectiva”.
Libros/artículos
La Prospectiva Técnicas para Visualizar El Futuro (Editorial Legis, Bogotá), Elementos de Planeación Estratégica Aplicados a la Educación Superior (Publicado por el ICFES), Análisis del Siglo XXI (Editorial Alfa Omega), La Construcción del Futuro (Editorial Universidad Externado de Colombia) y recientemente “Hacia dónde va el mundo” con Francisco López Segrera (editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2015), “El futuro a debate” (con otros autores, editorial Limusa, México 2016). Análisis de Futuro sobre el empleo de las tecnologías inteligentes en América Latina. En el marco de la Comisión de Ciencia y Tecnología COMCYT (2023). Escribe constantemente artículos especializados en: “Technological Forecasting and Social Change”, “Development”, “Marine Policy” y “Euro Asian Business Review”. Fue experto internacional de la ONUDI y es invitado permanente de la CEPAL.
Resumen
En este artículo se aborda el tema del futuro de los profesionales y la educación superior. Inicia con una descripción de los antecedentes de los sistemas de Inteligencia Artificial, de acuerdo con los principales protagonistas. Se aborda la temática del profesional aumentado con las herramientas digitales. Luego la articulación de la educación superior y la sociedad, así como el perfil y los retos del profesional del futuro, para culminar con la formulación de cuatro escenarios futuros, cruzando las variables delos profesionales y las universidades.
Palabras clave: Prospectiva, analógico, artificial, actores, robot, complejidad, escenarios
Antecedentes de los sistemas de Inteligencia Artificial
Partimos de una situación, que prácticamente divide en dos, la reflexión que podemos hacer sobre cuáles serían los profesionales de los próximos 20 o 30 años. Recordemos a un prospectivista y periodista que fue muy famoso en los años 80: Alvin Tofler, quien tomó las ideas del profesor Daniel Bell de la Universidad de Harvard, en el sentido de que los países que habían fincado su economía en la exportación de materias primas, irían hacer los pobres del futuro, mientras que los que querían generar riquezas, habían abordado el tema del conocimiento.
Como sabemos, el conocimiento se puede describir como los avances científicos que dan lugar a tecnologías y que se transforman en patentes. En los años 80 se hizo una enorme campaña con respecto al papel preponderante del conocimiento en la generación de la riqueza, y se llamó la atención a los países en vía de desarrollo. Se planteó que la venta de las materias primas no era el camino para superar la pobreza y se evidenció la necesidad de ingresar a la sociedad del conocimiento. América Latina estaba muy juiciosa haciendo la tarea, cuando cambian las reglas de juego. Ahora son diferentes y necesariamente, lo que se viene son otros retos.
Todo arranca con la obra y el pensamiento de Jeremy Rifkin, profesor de la Universidad de Pensilvania que en el año 2011 escribió una obra que tituló la “Tercera Revolución Industrial”. La teoría de Rifkin la tomó Klaus Schwab, el presidente director ejecutivo del Foro Económico Mundial, quien realizó la investigación que todos conocemos, con el nombre de la “Cuarta Revolución Industrial”. El planteamiento de Rifkin, que recoge Klaus Schwab y que optimiza y además divulga con mucho entusiasmo desde el Foro Económico Mundial, consiste en la afirmación de que el mundo dejó de ser analógico, como lo era en el siglo XVIII, para migrar a convertirse en digital, lo cual ocurrió en las últimas décadas del siglo anterior, pero desde allí dió un paso fundamental, importantísimo, crucial, a otro ámbito que es el mundo inteligente lo cual ocurrió en los primeros años del Tercer Milenio.
Figura 8.1 Transición de la analógico a lo inteligente
Fuente: Rifkin J (2011). Schwab K (2016)
Este cambio trae una serie de consecuencias gigantes. Cuando se hizo el lanzamiento de la teoría de la cuarta revolución industrial, el mundo estaba convencido de que se había descubierto algo importante pero aún no se vislumbraban las consecuencias e implicaciones que iría tener esta afirmación.
El investigador francés Joël de Rosnay, dice lo siguiente: el hecho de que aparezca y de que deambulamos en esta cuarta Revolución Industrial, es apenas el inicio, de una serie de cambios fundamentales, que van a ser tan importantes, y que ya estamos percibiendo. A saber: estamos interactuando en una simbiosis con un nuevo ecosistema, que es el ecosistema digital.
El profesional aumentado
Esto, nos pone en evidencia los retos que deberá afrontar el profesional del futuro, que es uno de los temas al cual nos convoca este congreso. Comencemos diciendo que la Inteligencia Artificial ha hecho de los seres humanos “personas aumentadas”. Veamos por qué: en este momento, gozamos de una serie de condiciones que antes no teníamos. Por ejemplo, ahora tenemos el don de la ubicuidad. Lo que estoy haciendo aquí en este momento, hablar desde mi casa en Bogotá y que me estén escuchando personas en diferentes sitios de América Latina y del Mundo Hispano, en diferentes partes del planeta. En este instante, me podría considerar un ser humano aumentado.
El profesional del futuro va a ser necesariamente un profesional aumentado. Porque va a tener a su disposición, todos los apoyos que le brindará el mundo inteligente. De manera que lo importante será saber servirse de ellos para optimizar el ejercicio de su profesión. Tener conciencia de que ya el mundo analógico quedó atrás y que si no somos capaces de servirnos de manera adecuada de las propuestas que no hace el mundo inteligente, nos iremos a quedar en el pasado.
Es muy pertinente el término “aumentado”, por ejemplo, el profesional del futuro deberá servirse de manera pertinente de los chatbots. Hay un debate muy interesante con respecto a las implicaciones del Chat GPT. Acotemos que el ChatGPT fue la evolución de otras plataformas previas, como lo fue “Watson”, que sigue siendo importante en el ámbito médico. Watson tiene la información del comportamiento y del tratamiento de muchas enfermedades, especialmente en cáncer, tiene toda la información de la manera como se han tratado y de los resultados que han obtenido con tratamientos y medicamentos. Está basado en reconocer artículos médicos que, como sabemos, son el resultado de las investigaciones que se hacen al respecto, en todo el mundo. Llega al extremo de tener información de un artículo científico que se haya publicado hace 10 minutos y esto le da al médico unas herramientas excelentes. En consecuencia el médico del futuro tendrá que ser capaz de servirse de este tipo de instrumentos y por lo tanto convertirse en médico “aumentado”. Pero el abogado también. Estos son ejemplos de antecesores del chat GPT Legal Zoom, Rocket Lawyer. Son plataformas en donde está toda la vida jurídica, de cualquier situación que se le presente como abogado. De esta manera, se puede conocer los antecedentes y la jurisprudencia que existe al respecto y con ello puede ejercer mucho mejor su profesión.
Joël de Rosnay nos quiere decir que el profesional del futuro va a ser diferente, así como es diferente al ser humano actual, porque el ser humano se ha “aumentado” en la medida en que se encuentra obligatoriamente vinculado con el mundo digital. De tal manera, que el profesional del futuro, necesariamente tiene que ser capaz de servirse de la información y de las ayudas que le brinda el mundo “inteligente”. Esta realidad supone un reto muy importante para la educación superior, cuya función es aportar al estudiante y al futuro profesional la capacitación necesaria para que se pueda convertir en el profesional que necesita la sociedad del futuro y que va a ser muy diferente del tradicional.
Como consecuencia de la aparición del mundo inteligente hay otro fenómeno que guarda relación con el tema del profesional y de las profesiones y del ejercicio profesional, que es el tema del desempleo. Lo que vamos a tener es un enorme desempleo que según la universidad de Oxford va a ser el 47% por de los empleos actuales Esta es una cifra que preocupa mucho porque muchos de los empleos que conocemos actualmente van a desaparecer, simplemente porque corresponden a funciones analógicas, que van a ser sustituidas por procesos del mundo digital.
Articulación de la educación superior y la sociedad
La educación superior debe estar articulada con la sociedad de tal manera que responda a las necesidades de la sociedad e influye por lo tanto en el comportamiento de ella. En la figura aparecen dos flechas que significan el impacto de la educación superior sobre la sociedad e igualmente la actuación de la sociedad sobre la educación superior. La sociedad hace preguntas a la educación superior, la cual tiene el deber de resolverlas. De esta manera se establece un círculo virtuoso muy importante para el desarrollo y el bienestar.
Lo anterior corresponde al “deber ser” y quizás la educación superior no ha tomado a pecho el papel que le corresponde como generador de estos cambios en la sociedad. Hé aquí algunos hechos.
Figura 8.2 Actores sociales y Universidad
Fuente: Autor
El día 23 de enero del año 2016, fecha en la que se hizo la presentación de la teoría de la “Cuarta Revolución Industrial” la investigación, en Davos. Fueron vertidos dos baldados de agua fría sobre dos instituciones: la educación superior porque se puso en evidencia que estaba formando a los profesionales para el mundo del pasado, para la primera y segunda revolución si acaso la tercera, pero no estaba formando los profesionales para el mundo del futuro. No los estaba preparando para abordar los restos del mañana, con todas las implicaciones en el ámbito laboral que supone la vigencia de la Cuarta Revolución y tampoco lo que viene posteriormente, que es la simbiosis en el mundo digital.
Pero, si bien la educación fue reconvenida, hay una segunda institución que tampoco sabe para dónde van las cosas, se trata del Estado, que es el encargado de las políticas públicas. Desde el año 2016 hasta el 2024, ha pasado mucha agua por debajo del puente, tal vez no la necesaria y las instituciones de educación superior han tratado de reformarse y han hecho esfuerzos por responder a los retos de formar al profesional que va a requerir el mundo digital inteligente. También el Estado ha tratado de enterarse acerca de los cambios que van a ocurrir en el mundo que nos espera. Quizá no lo suficiente.
Prueba de ello es el hecho de comenzar a exportar productos “inteligentes” como se observa
en la gráfica a continuación.
Figura 8.3 Exportaciones de TIC en América Latina
El perfil y los retos del profesional del futuro.
Sin embargo, no todo es “inteligencia artificial”. La actuación del robot, que es una de las manifestaciones del “mundo inteligente”, es capaz de llegar hasta cierto punto. Su actividad prácticamente se limita a actividades repetitivas pero es incapaz de realizar funciones propias del ser humano. Lo que puede exitosamente hacer el robot son las tareas repetitivas, pero hay ciertas funciones que escapan a la órbita de la “inteligencia artificial”, como la sensibilidad, la innovación, la creatividad. Por esta razón, las profesiones del futuro estan llamadas a ser más cerebrales, innovadoras y creativas que las de hoy en día.
La educación superior tiene que plantearse el desafío que deberá el profesional del futuro; podría ser un 50% de conocimiento propio de su profesión y otro 50% de habilidades específicas en el ámbito de la Inteligencia artificial, para que pueda servirse de manera inteligente de todos estos apoyos, que le va a brindar el mundo “inteligente” y que lo haría un profesional “aumentado”.
Se acerca un debate, que el espacio aquí no permite plantearlo, pero que es de vital importancia: ¿ las carreras del futuro, las disciplinas del futuro pertenecen solamente a las ciencias básicas? porque, si estamos hablando de Inteligencia artificial, estamos metidos en el ámbito de las ciencias básicas. ¿Y qué pasa con las ciencias humanas? ¿será que hacia el futuro ya no tienen mucha presentación? En mi opinión, tiene que haber un equilibrio entre las ciencias básicas y las ciencias humanas. Si no hay esa armonía, proporción y simetría con las ciencias humanas, vamos muy mal, porque las humanidades son las que le dan sentido a la vida y las que facilitan nuestra evolución y nuestra preeminencia como seres humanos
pensantes. Lo que pasa, es que las ciencias humanas, no siempre han respondido las preguntas de las ciencias básicas le formulan y allí se puede presentar ese desequilibrio, pero si no tenemos la armonía y el mutuo apoyo entre ambas, estoy absolutamente convencido que ni el profesional del futuro, ni la misma sociedad, se va a poder realizar de manera perfecta.
Los vasos comunicantes entre ambas: ciencias humanas y ciencias básicas corresponden a los principios de interdisciplinariedad y transdisciplinariedad que fueron propuestos por Edgar Morin dentro del concepto del pensamiento complejo, lo cual nos permite tener una lectura más completa y más coherente del desarrollo y, por ende, del desarrollo humano.
Figura 8.4 Pensamiento complejo en la comprensión del entorno
Fuente. Edgar Morin. basado en ABC del pensamiento complejo
Escenarios futuros
¿Qué puede pasar en el futuro? Hay cuatro situaciones que pueden ocurrir, o cuatro escenarios. Tomemos, para este efecto, dos variables: la primera se refiere al tema que nos ocupa, a saber: el profesional del futuro. Allí, tendríamos dos hipótesis: profesionales más inteligentes que analógicos, sería la hipótesis positiva; pero, igualmente, puede pasar lo contrario, que tengamos profesionales más analógicos que inteligentes. Son dos hipótesis, que no afirman, ni niegan, únicamente plantean situaciones.
La otra variable que es necesario tener en cuenta es la oferta académica de la educación superior, en donde los cambios han sido importantes, pero no suficientes y habría igualmente dos hipótesis: la primera sería una oferta académica más inteligente que analógica; la segunda: una oferta académica más analógica que inteligente. Si cruzamos estas hipótesis, vamos a tener cuatro situaciones, cuatro momentos de futuro, cuatro escenarios, y, con absoluta seguridad, en el futuro vamos a estar en uno de estos cuatro escenarios:
Al primer escenario, podríamos llamarlo: “Formación insuficiente”: se explica porque habría una oferta académica más inteligente que analógica, pero profesionales más analógicos que inteligentes. Esta aparente contradicción podría ocurrir porque si bien la educación superior podría tener una oferta académicamente aceptable y coherente con el cambio y el contexto mundial, los estudiantes no ingresarían a las aulas universitarias por razones económicas. Viviríamos en un país donde la cobertura de la educación superior continuaría siendo baja y escasa.
En el segundo, podría suceder lo contrario: tendríamos profesionales más inteligentes que analógicos, pero con una oferta académica más analógica que inteligente. Este escenario podría ocurrir si la educación superior no mira al futuro y reconoce las necesidades de la sociedad del futuro. Pero ¿por qué hay entonces profesionales más inteligentes que analógicos. Simplemente porque los estudiantes se dieron cuenta de la importancia de la inteligencia artificial y la aprendieron por su cuenta, se formaron sin necesidad de la universidad. Por esta razón el escenario se llama: “la universidad de bulto”.
En el tercer escenario pueden ocurrir las dos hipótesis negativas: la educación superior no ofrece las carreras mediante las cuales se irían a formar como profesiones “aumentados” y tampoco el estudiante toma la iniciativa de ingresar al mundo de la inteligencia artificial, como autodidacta. Consecuencia de ambas situaciones: “vivimos en el pasado”.
Como es obvio, no queremos que ocurra ninguno de estos tres escenarios anteriores.
El cuarto escenario es el que queremos que ocurra, se denomina: escenario “apuesta” y lo hemos titulado: el “Final Feliz”, porque supone una educación superior que contenga una oferta verdaderamente futurista, en donde se formen profesionales, con capacidad para servirse de las herramientas que proporciona la inteligencia artificial y sepa utilizar las herramientas de la Inteligencia Artificial pero que tenga conciencia que los instrumentos son solo medios y que la decisión final va a ser mucho más difícil porque su profesión se ha tornado mucho más cerebral, mucho más innovadora y creativa.
¿Cuál de estos cuatro escenarios tendremos en el futuro? Todo depende de las decisiones que tomemos hoy y de los cambios que hoy introduzcamos en nuestras instituciones y en nosotros mismos, porque recordemos la frase de Maurice Blondel: “el futuro no se predice sino se construye”.
Bibliografía
Jeremy Rifkin. 2011. The third industrial revolution. How lateral power is transforming energy, the economy, and the world
Klaus Schwab. 2016. The Fourth Industrial Revolution